Hace unos años, si nos hubieran dicho que seríamos mucho más productivos en nuestros trabajos si trabajábamos desde casa, nos hubiéramos muerto de risa; sin embargo, eso parece ser la nueva tendencia del mercado laboral, una nueva forma de realizar nuestro trabajo que intenta conciliarse con nuestra vida familiar, y que hace que rindamos mucho más.
Aunque bueno, eso parece ser la teoría. Esta forma de trabajar, de moda ahora pero que ya hace unos años que empezó a practicarse, ha recibido el nombre de Smart Working, aunque se conoce coloquialmente como “trabajo desde casa“. Seguro que muchos de los autónomos que visitan nuestro blog saben muy bien de qué estoy hablando, cuando han tenido que llevarse a su hogar facturas, registros o inventarios; así que esto no les suena a novedad precisamente.
Desde luego, las nuevas tecnología han sido un punto clave para que cada vez más empresas estén pensando en introducir este sistema de trabajo entre sus empleados. Internet y los dispositivos móviles permiten acceder a archivos y documentación relacionados con su ocupación, y además permiten hacerlo desde cualquier lugar, ya sea el hogar, una cafetería o la sala de espera de un aeropuerto. Por supuesto, esto también significa crear con los trabajadores un fuerte lazo de confianza, y suponer que realizarán su tarea de la mejor manera posible, y sin necesitar ninguna supervisión.
A cambio, el empleado es capaz de organizar su tiempo a su conveniencia, creando horarios de trabajo que le sean más cómodos y flexibles, y dejando así espacio para conciliarlo con su rutina familiar. Así, se supone que es capaz de conseguir más productividad, al hacer una jornada laboral más amable y acorde con sus gustos, y realizarla de forma más gustosa y concentrada. Sería una unión de factores que beneficiarían tanto al empresario como a su plantilla, y en la actualidad ni siquiera sería necesaria una gran inversión para hacerlo realidad, pues todas las empresas ya están lo suficientemente preparadas para ello.